Vivimos momentos en los que los contenidos nos bombardean por multitud de canales: medios, televisión, publicidad, cartelería… por no hablar de internet y de las redes sociales.
Para agencias y empresas de comunicación, captar la atención del público supone todo un reto, dado que está expuesto a una gran cantidad de estímulos. Si nos referimos a los jóvenes, el caso se antoja incluso más complicado, sobre todo por el hecho de que son nativos digitales. De hecho, en el caso de la educación, los docentes deben ingeniárselas no solo para captar el interés de su alumnado, sino para mantenerlo en el tiempo.
El uso de tecnología audiovisual aplicada a este entorno resulta útil y eficiente, como se ha demostrado con la aplicación de la realidad aumentada en educación.
La realidad aumentada permite ampliar información a partir de elementos virtuales aplicados sobre el mundo físico.
La tecnología permite que los educadores puedan inventar un sinfín de escenarios de aprendizaje sin tener que salir del aula, combinando de manera fascinante conocimiento y entretenimiento.
Realidad aumentada en el sector de la educación
Usando la RA (realidad aumentada) se potencia la forma de transmisión de información y se abren un sinfín de posibilidades. Pero, ¿cómo? Por ejemplo, superponiendo capas a un mapa, añadiendo elementos a la geografía, viendo cómo funcionan los órganos del cuerpo… De hecho, algunos museos se han percatado del potencial de esta tecnología y la han integrado en sus exposiciones para ofrecer una experiencia más estimulante e inmersiva a sus visitantes.
Esta tecnología no solamente potencia el carácter lúdico y motivacional de los estudiantes, sino que además aporta otros beneficios:
- Los alumnos se sienten cómodos con la tecnología, que normalmente no abunda en las aulas. Este “gap” que existe entre su rutina y la de los colegios se puede salvar con la aplicación de la realidad aumentada.
- Al captar mejor su atención, se facilita que el alumno aprenda más y mejor. Retiene información de manera muy visual y salimos del plano de los textos monótonos pasando al de vivir experiencias.
- Mejora la participación del alumno en el aula, gracias a la combinación de información y entretenimiento. Los jóvenes se sienten en un juego más que una clase, lo que para ellos es divertido y ameno.
- Permite la adaptación a cualquier nivel educativo o contenido, respetando los distintos ritmos de aprendizaje.
- Desarrolla la curiosidad, favoreciendo la indagación y el interés por conocer más sobre un tema.
- De forma pionera, las emociones cobran protagonismo mientras los alumnos aprenden. Lo conseguimos gracias a que los estudiantes pueden ver y sentir momentos históricos o situaciones que antes les costaba imaginar, pero que ahora pueden vivir en primera persona.
- Tenemos la ventaja de contar con el factor sorpresa, muy fácil de conseguir con esta tecnología.
Como podemos ver, el uso de esta tecnología, cada vez más presente en el sector de la educación y en constante evolución, puede suponer enormes beneficios y posibilidades ilimitadas mientras facilita el aprendizaje.
