Hace tiempo que ver exposiciones y visitar instalaciones en Museos dejó de ser una actividad plana y analógica.
La innovación en tecnología audiovisual también ha llegado a las salas de exposiciones. Gracias a ello, el visitante cuenta hoy en día con acceso a un aprendizaje más completo e innovador, además de que los nuevos dispositivos dotan la visita de otra perspectiva, mucho más enriquecedora.
Pero esto no es fruto de la casualidad. En la actualidad, los contenidos audiovisuales permiten añadir nuevas y potentes formas para la transmisión de información que se pretende ofrecer a los museos. Contenidos multimedia en diferentes formatos visuales – como es el mapping, la holografía y animaciones 3D – nos ofrecen valiosas herramientas para captar la atención del visitante.
Con la ayuda de los creadores que generan producciones audiovisuales ad-hoc, facilitamos la comprensión y el impacte inmediato de los visuales.
El objetivo de los equipos audiovisuales no es la de digitalizar de forma vacía una realidad. Es la de complementar los productos artísticos y los objetos valiosos, potenciar el contenido más clásico con la innovación audiovisual y hacer que la visita al Museo sea una experiencia única y valiosa.
Si te estás preguntando cómo han cambiado los audiovisuales para Museos la forma en la que “consumimos” contenido en los mismos, sigue leyendo.
Cómo la tecnología enriquece la forma en la que vemos las exposiciones
Actualmente, el visitante de una muestra interactúa con la información y, de hecho, busca a través de ella. Se sumerge en el conjunto de obras que tiene delante y la profundidad de esa relación, la mayoría de las veces viene dada por cómo se ha presentado la información y la capacidad que el usuario tiene de interactuar con las obras.
Es importante entender la diferencia entre enfrentarse a la información de una forma pasiva a ser partícipe de la información que se nos muestra. Gracias a los contenidos digitales interactivos en exposiciones y museos podemos tener una interacción mucho más fácil y participar en el contenido de forma activa.
Primera toma de contacto
Tomando como ejemplo una exposición de pintura o escultura , el primer nivel nos aporta una vista rápida que nos permite comprender cuatro o cinco conceptos básicos de la exposición. Hablamos de señalética y elementos sencillos que nos aportan información muy específica como quién es el autor, la fecha, la época…
Nivel técnico
El segundo nivel profundiza en el contenido gráfico y nos da información sobre la obra, cómo se fabricó, sus aspectos artísticos y estilísticos…
Tecnología audiovisual
En el tercer nivel entra en juego la tecnología, que nos aporta una perspectiva distinta de la obra que tenemos ante nosotros mostrándonos información que no se aprecia a primera vista. Este contenido audiovisual, que puede ser en vídeo, proyecciones, paneles interactivos… amplía datos sobre la idea y esencia de la obra, lo que quería mostrar el autor, lanza preguntas, abre debates, nos ayuda a ampliar detalles, etcétera.
Al margen de los niveles en sí, tanto comisarios de exposiciones como los visitantes son conocedores del importante papel que cobra la tecnología aplicada al arte; en gran parte por la forma en que facilita a los visitantes a entender un concepto, una intención artística o una obra mediante audiovisuales lúdicos y didácticos para todas las edades y perfiles de público.
La tendencia es crear experiencias visuales y sensoriales. Lo podemos lograr gracias a la realidad virtual o al desarrollo de proyecciones envolventes, entre otras, que lleven nuestros sentidos a otro nivel y a que la experiencia sea cada vez más personalizada.
¿Cómo te imaginas las visitas al Museo en el futuro? ¡Hablamos!