El mapping se ha desvelado como uno de los medios audiovisuales más llamativos y sorprendentes de los últimos años. Así, se ha marcado como la técnica de marketing perfecta si queremos que nuestro mensaje llegue de forma espectacular a todo tipo de públicos, que recordarán este despliegue de luz y sonido mucho mejor que mediante cualquier otra técnica publicitaria.
De esta forma, no son pocas las instituciones y empresas que se han lanzado a encargar mappings y han cedido sus sedes corporativas o edificios emblemáticos para que sobre ellos se proyecten espectaculares imágenes que den a su fachada un aspecto tridimensional, pero, ¿es siempre necesario un edificio?
A qué llamamos mapping
Para poder responder a esta pregunta, primero debemos indagar sobre la definición de mapping y, a través de esta, poder delimitar sus usos.
Así, llamamos mapping a la técnica consistente en proyectar imágenes sobre superficies con volumen, consiguiendo de esta forma efectos de movimiento o tridimensionales que dan lugar a todo un espectáculo artístico y sensorial potencialmente llamativo.
Atendiendo a esta definición, podemos apreciar como de entrada no se hace referencia a la necesidad de realizarse sobre una fachada o edificio, sino “sobre superficies con volumen”, pudiendo ser ésta a priori de cualquier tipo.
Superficies sobre las que realizar un mapping
Lo acertado y común de realizarlo sobre un edificio es que éste ofrece las peculiaridades óptimas para el videomapping (superficie amplia y visible a distancia, con suficiente espacio para su realización y con una fisionomía perfecta para poder jugar con los volúmenes y colores), pero todo elemento que también las ofrezca, puede servir de lienzo perfecto para crear este efecto audiovisual.
Incluso pequeños objetos, personas o superficies totalmente planas nos pueden servir como pantallas para nuestra creación de video arte, siempre y cuando se tengan en cuenta sus peculiaridades previamente a su creación. Además de esta vertiente puramente artística, también podemos usar el mapping sobre objetos para explicar el funcionamiento de estos, sus características, o reforzar su identidad. Es una técnica perfecta para generar una necesidad, vender un producto o transmitir los valores de una empresa.
Algunas aplicaciones del mapping sobre objetos puede ser la demostración de la mecánica de un nuevo modelo de automóvil, las sensaciones que transmite un perfume o el maridaje entre un menú y los audiovisuales en la mesa de un restaurante.
Limitaciones de un videomapping que no se realice en un edificio
En un principio no existen limitaciones que hagan más adecuada la representación de un mapping sobre una fachada ante cualquier otro objeto, sino retos creativos que hagan posible llenar de vida el lienzo elegido y que sumerja a los espectadores en la narrativa audiovisual de forma espectacular.
Para ello es necesario que se estudie el objeto, sea gigante o no, sobre el que se proyectará para diseñar las soluciones tecnológicas que permitan que las imágenes se aprecien con la nitidez y claridad necesarias, así como que se acompañe a la proyección de elementos de sonido y ambientación que potencien el estímulo sensorial del espectáculo.
Lo único que debemos tener en cuenta es que estamos ante unas piezas creativas únicas, por lo tanto, no podremos aprovechar un mapping que ha sido creado para una superficie concreta, para proyectarla en otra de diferente fisionomía, ya que el “mapa” ha cambiado.
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