Que la cifra de asistentes del MWC 2024 haya superado la barrera de los 100.000, junto a los 74.000 de la reciente última edición del ISE, la gran feria internacional de las tecnologías audiovisuales, señala tres elementos altamente beneficiosos para las empresas vinculadas a los servicios o productos digitales. Los tres a la vez o, al menos, alguno de ellos, según la tipología de cada empresa. La participación este año de 360 empresas catalanas así lo indica.
Éxito de los Encuentros Profesionales Presenciales
El primero es el éxito creciente de los grandes encuentros profesionales presenciales. La pandemia puso en duda el modelo de las ferias internacionales que surgieron en la segunda mitad del siglo XIX, como fueron las Exposiciones Universales celebradas en Barcelona en 1888 y 1929. Las reuniones telemáticas, única vía de contacto durante casi dos años consecutivos, parecían que iban a hacer innecesarias las inversiones en logística, organizaciones e instalaciones. La realidad ha demostrado que las relaciones comerciales requieren el contacto frente a frente, como elemento de confianza y mutuo conocimiento. Por tanto, que los contactos virtuales y presenciales se convierten en complementarios. Lo que Barcelona acoja a estos dos grandes encuentros mundiales, facilita mucho que las empresas catalanas puedan tener acceso a nuevos mercados, así como promoverse y tener visibilidad. Desde el Govern se han facilitado unos datos que así lo avalan: un 12% de las empresas participantes ya habrían cerrado algún acuerdo durante el mismo congreso, y que durante los cuatro días del evento éstas habrían mantenido casi 3.200 reuniones y visitas, un 44% con profesionales internacionales.
MWC como catalizador para el Tejido Empresarial
El segundo, es que la continuidad de estas ferias en nuestro país se convierte en un catalizador para el impulso del tejido empresarial a su alrededor. El crecimiento del sector TIC catalán no es nada ajeno a esta dinámica, más aún cuando en torno al MWC se han propiciado dos iniciativas que dinamizan el sector mucho más allá de los días de cada edición. Por un lado, el 4YFN, que este año ha celebrado su 10ª edición, y que ha permitido el acceso de las startups a la feria, con un continuo crecimiento que ha provocado el nacimiento de nuevas iniciativas, como el Talent Arena, que se ha convertido en un gran espacio de networking para nuevos emprendedores. La segunda es el Mobile World Capital, organismo que propicia una serie de iniciativas público-privadas en nuestro país durante todo el año, vinculadas al nuevo talento digital.
Exigencia en la Conceptualización de Espacios Comerciales
Y el tercer elemento es la creciente exigencia en la conceptualización de los stands, pabellones y otros espacios comerciales y de negocio de estas ferias. Muchas cosas han cambiado desde el primer MWC que se celebró en el país, en 2006. Una primera edición barcelonesa conseguida tras una exitosa negociación de las instituciones catalanas con sus organizadores, que buscaban un mayor espacio ferial que el que podía ofrecer Cannes, su sede durante 10 años consecutivos, después de haber pasado por Roma, Berlín, Madrid, Atenas o Lisboa.
En esos primeros años los grandes protagonistas eran los nuevos modelos de teléfonos inteligentes. Por tanto, estos equipos eran los protagonistas máximos de los diversos espacios feriales, que hacían de marco, de simple escaparate de estas novedades. Ahora lo son los servicios y productos digitales, con lo que resulta absolutamente necesario, imprescindible, la incorporación de pantallas LED de muy alta resolución y de muchas y diversas formas, y la producción y proyección de atractivos contenidos audiovisuales que muestren unos productos que, en muchos casos, carecen de corporeidad.
Esto hace que visualmente, el MWC se vaya pareciendo más al reciente ISE. Una tendencia imparable que requiere un amplio soporte de empresas especializadas en estas materias audiovisuales. Sirva de ejemplo de este cambio de paradigma el que dos empresas que habían estado al frente de las ventas de móviles en la primera década de nuestro siglo, Ericsson y Nokia, actualmente impulsan, junto a otras grandes corporaciones tecnológicas, la aplicación de la inteligencia artificial en la gestión de las redes de comunicación inalámbricas.
Además de la IA, unas siglas omnipresentes en conferencias, presentaciones y novedades de todo tipo, otra cuestión transversal en la actividad económica e industrial ha sido muy destacada en esta edición 2024 del MWC: la preocupación por la sostenibilidad medioambiental, muy centrada en la reducción del gigantesco consumo energético de los equipos y redes digitales. Una preocupación que también ha estado presente en el diseño y el uso de materiales sostenibles o reciclados en muchas de las estructuras de stands y pabellones.