El sector de los museos y las salas de exposiciones no vive al margen de la tecnología. Nada más lejos de la realidad. De hecho, una sala que esté orientada a ofrecer experiencias nuevas y únicas de alto valor añadido es aquella que apuesta por la imagen, interactividad, la conectividad y la comunicación.
Actualmente, con la aparición de nuevas soluciones a lo que se le puede sumar los soportes y medios de comunicación digital, algunos museos han reaccionado de forma muy activa en la incorporación de interactivos para museos. Ello ha implicado trabajar duramente y con equipos experimentados para desarrollar aún más la forma y el mensaje de cada una de las muestras.
Entre los cambios más significativos que se pueden observar destacan nuevos recursos interactivos como instalaciones dinámicas, talleres educativos y soluciones de entretenimiento que animan de forma activa a los visitantes a explorar y comprender mejor el contenido de las exposiciones.
De igual forma, hemos visto cómo las salas incorporan sofisticados sistemas de procesamiento de imágenes 3D, realidad virtual, realidad aumentada, entre otros.
A todo ello se une el afán de grandes instituciones de crear alternativas y actividades paralelas destinadas al público infantil. Así, los niños aprenden jugando y explorando en un contexto interactivo con el que ya están familiarizados. Nadie mejor que ellos para manejarse con pantallas y elementos táctiles que desarrollan lo que se está viendo en pintura, escultura y otras formas artísticas.
El juego como protagonista en museos y exposiciones
Es así como se ha incorporado el juego para ampliar los conocimientos de pequeños y adultos, que pueden investigar sobre las obras con el uso de las pantallas interactivas, iluminación y entornos envolventes.
Ya hay espacios que apuestan por la recreación de escenas a distintas escalas, con personajes, actuaciones en directo y performances que lleva la experiencia mucho más allá de lo que es una mera visita a un museo acercándolo al espectáculo en sí.
En el campo de la naturaleza y la ciencia, las galerías han sabido llevar a su terreno el campo de las sensaciones. Así, no es extraño tener la opción de participar activamente en las exposiciones, teniendo que descifrar acertijos, tocando in situ texturas, sembrando incluso plantas o participando con los animales en su vida cotidiana.
Los olores, aromes, sabores, formas… se integran con el visitante y la relación que surge es inolvidable.
Equipos audiovisuales que aportan el lado interactivo en los museos
Algunos de los materiales audiovisuales que ayudan a hacer más interactivas los museos y salas de exposiciones con el fin de enriquecer la experiencia de los visitantes son:
- Pantallas de LED, un soporte versátil con diferentes finalidades (informativas, publicitarias, estéticas…).
- Edición de contenido con subtítulos para facilitar la comprensión de todos los públicos.
- Dispositivos móviles y tótems interactivos a lo largo de todo el recorrido de la obra.
- Audioguias para los amantes de ampliar el contenido expuesto con información del autor. Es importante dotar a la exposición de diferentes idiomas, diferentes discursos o contenidos adecuados para distintos grupos de visitantes: niños, adultos expertos sobre el tema…
- Proyecciones de video en soportes alternativos como el suelo, la pared, para aportar más vida y personalidad al espacio.
Aprovechar las ventajas de la tecnología para ayudar al visitante a obtener un mayor conocimiento mediante un formato alternativo y atractivo es, sin duda, un factor a tener en cuenta. Además, la experiencia que aportan los interactivos para museos favorecerá que el visitante retenga en su memoria esa vivencia y, en consecuencia, gran parte de lo que haya aprendido.
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