El pasado sábado 13 de mayo tuvo lugar en Kiev (Ucrania) uno de los certámenes televisivos más esperados: el Festival Eurovisión 2017.
La puesta en escena basada en un gran espectáculo audiovisual es uno de los atractivos principales que hacen de este festival una noticia de gran repercusión mediática. Para nosotros también es uno de los acontecimientos más relevantes ya que supone un referente dentro de la organización de eventos audiovisuales: nuestra especialidad.
Florian Wieder, el autor del escenario
No es la primera vez que el artista alemán y su equipo de técnicos se vuelcan en un proyecto como éste, pues también tuvieron la suerte de formar parte de la creación y diseño de las pasadas ediciones en Düsseldorf (2011), Bakú (2012) y Viena (2015).
Y es que su apuesta por la innovación, escenografías imposibles y la capacidad de coreografiar el contenido con los movimientos de los artistas son sus tres componentes básicos para que la espectacularidad del show supere las expectativas de la audiencia.
Por otro lado, su experiencia en este tipo de espectáculos le especializan en espacios de gran amplitud que impactan visualmente a primera vista, con un centro de atención claro, totalmente equipado con luces, focos, proyectores, pantallas de LED gigantes…y varios recorridos que conectan hacia él. El arco faraónico del escenario de Kiev nos anunciaba en cierta manera quién estaba detrás de esta espectacular estructura.
La tecnología LED como protagonista
Los paneles LED fueron el ingrediente básico del funcionamiento de todo el despliegue audiovisual, con unos 1.000 metros cuadrados de superficie bajo esta tecnología. Gracias a la movilidad y las infinitas dimensiones que ofrecen, cada artista podía tener un escenario totalmente personalizado en pocos minutos y dispuestos a darle al cantante el protagonismo que se merecía.
Mediante esta creatividad tecnológica a la merced de los organizadores y de las diferentes temáticas de cada canción, pudieron transmitir el lema principal del evento: celebrar la diversidad. Consiguieron así, más de 20 ambientaciones diferentes y únicas en un mismo espacio.
Hacer de una actuación, un videoclip perfecto
Cada parte del espacio tenía un recurso audiovisual listo para activarse y dar color, más allá del atrezzo, las coreografías y la pirotecnia.
Las imágenes mostraban diferentes elementos que enfatizaban el dramatismo de las escenas. También, las cortinas de iluminación y el recurso del mapping ayudaban a recrear atmósferas más cálidas o frías, así como fenómenos meteorológicos.
Por otro lado, además de la propia pantalla gigante del escenario, se añadían otras en formato de paneles en cada actuación. Un claro ejemplo fue el espejo móvil con formas geométricas de la cantante de Reino Unido, Lucie Jones, en la que además de reflejarse ella misma en modo caleidoscópico, se mostraba una lluvia de estrellas sutil creando una composición artística similar a una obra de arte de la mitología griega.
Por último, las pantallas LED en el suelo del escenario enfatizaban los pasos y movimientos de los bailarines y conseguían que todas las perspectivas fueran susceptibles de ser utilizadas con el fin de conseguir una performance perfecta, al nivel de un videoclip bien editado.
La importancia de la realización
La utilización de cámaras sincronizadas a la perfección con travellings que parecen imposibles demuestra la profesionalidad del equipo de técnicos expertos en su disciplina. Saben cómo impactar a la audiencia.
Por otro lado, toda esta ejecución viene planificada con meses de antelación y con largos ensayos en los que se pone a prueba todo el material y recursos audiovisuales para que quede listo en la hora de la verdad.
Con todo ello, se consigue una coreografía pensada para impactar al máximo en nuestras pantallas de televisión.
Para nosotros fue toda una experiencia audiovisual inspiradora y referente en la que se demostró que nada es imposible cuando la tecnología está de nuestra parte.
Desde EIKONOS felicitamos a todo el equipo de técnicos profesionales que hizo posible esta última edición del Festival de Eurovisión.
© Imagen de Wikimedia