02 agosto
Contenidos interactivos en exposiciones

Espectador pasivo vs. activo: contenidos interactivos en exposiciones

Si estás organizando o montando una exposición en un museo, en la sede de tu empresa, o al aire libre; una de las cosas más importantes que debes pensar es en cuál va a ser el público, el target de la exposición, y qué rol queremos que desempeñe cuando asista.

Por un lado, debes tener claro a quién va dirigida esta exposición teniendo en cuenta el tema de la misma: ¿será una galería fotográfica sobre la Guerra Civil? ¿haces un repaso a la historia de Pixar, a sus técnicas de animación y a los personajes de sus películas? ¿es una exposición sobre la ciencia?… El tema de la exposición te ayudará a definir el público que asistirá y al que quieres llegar, y eso te puede orientar a la hora de designar un rol a este público.

El espectador siempre será eso, espectador; pero por rol nos referimos al grado de participación que buscamos, a si queremos que sea un espectador pasivo que se limite a observar y leer, o, por el contrario, buscamos que participe activamente e interactúe con la exposición y sus elementos.

Contenidos interactivos en exposiciones, una tendencia ¿universal?

Ciertamente, si quieres una exposición moderna y actual, no puedes obviar los contenidos interactivos ya que mejoran sustancialmente la experiencia de los asistentes. Estos contenidos son los que modifican el rol del usuario, dejando de ser pasivo y convirtiéndose en espectadores activos.

Distinguimos 3 tipos de interacción en las exposiciones:

–          Interacción física: Es aquella en las que los usuarios interactúan con objetos que se mueven y que se pueden tocar.

–          Interacción unipersonal: una interacción electrónica en la que una sola persona participa a través de una pantalla táctil, por ejemplo.

–          Interacción colectiva: otra interacción electrónica que se produce cuando es un grupo de personas el que participa de forma conjunta.

Definir el grado de interactividad de la exposición

Si vives en Barcelona, seguramente habrás visitado el CosmoCaixa. El antiguo museo de la ciencia se remodeló completamente en el 2004 para convertirse en lo que es actualmente: uno de los mejores museos sobre ciencia de Europa. La calidad de sus exposiciones es indiscutible, pero si por algo destaca este maravilloso museo es precisamente por su interactividad.

Es el mejor ejemplo de interacción física. Todo lo que se ve en este museo se puede tocar, oler, sentir… La interactividad juega un papel fundamental en el Cosmocaixa y aquí resude uno de sus mayores éxitos, especialmente para los más pequeños, que pueden aprender sobre ciencia jugando, tocando y experimentando.

Sin embargo, este grado de participación no es aplicable a todos los museos. Si pensamos en el Museo del Prado, uno de los mejores museos de arte del mundo, se hace difícil concebir cómo se puede interactuar con obras tan importantes como Las Meninas o el Jardín de las Delicias. No es imposible, pero realmente no es necesario ya que la clave de este museo se basa en la observación del arte.

Definiendo el grado que buscas de interactuación, en EIKONOS te ayudamos a encontrar los contenidos interactivos en exposiciones más adecuados: paneles interactivos, iluminación y sonido, mappings…

De hecho, en uno de nuestros últimos artículos sobre mapping audiovisual, explicamos cómo es posible hacer exposiciones sorprendentes a través de este recurso audiovisual, por ejemplo, proyectando sobre una maqueta de una ciudad y mostrando su evolución y crecimiento histórico, su red de transporte y suministros o sus puntos de interés.

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