No hay sensación más placentera que la de comprobar que todo en nuestro evento ha salido a la perfección. Detrás, hay meses de trabajo y el esfuerzo de un equipo multidisciplinar capaz de sacar adelante todas las dificultades que su organización requiere y hacer que todo parezca sencillo, a pesar de distar mucho de serlo.
Todo debe rodar a la vez: iluminación, sonido, ponentes, control de entradas, invitados, caterings… Hoy nos centraremos en la experiencia del sonido, a veces olvidada, pero no por ello menos importante.
Para que un evento funcione, hay que disponer de un sonido profesional que asegure el éxito. Muchas veces no lo tenemos internamente, bien porque no tenemos personal que lo sepa usar o simplemente porque lo necesitamos de forma puntual. Y es normal. En estas situaciones hay una alternativa que indiscutiblemente es la más adecuada: el alquiler de equipos de sonido. No solo garantizaremos tener la mejor tecnología para nuestro evento sino también a los técnicos que sepan sacarle el rendimiento que ofrece.
¿Qué hay que analizar a nivel de equipos de sonido ante un evento?
Todo evento, sea de la naturaleza que sea, exige que la transmisión del mensaje sonoro sea de calidad y que se asegure la buena compresión e inteligibilidad. Es decir, no se trata de que suene alto; tiene que sonar bien. No es únicamente una cuestión de presión sonora, aunque sea lo que la mayoría cree.
Por ello, antes del evento lo ideal es que los profesionales de la empresa de sonido analicen correctamente el espacio, cómo hay que colocar los equipos de sonido, dónde tienen que ir los ponentes y así, adelantarnos a las posibles dificultades acústicas con las que nos podamos encontrar.
A su vez, lo que sirve para un evento o espacio no tiene por qué servir para otro. Trabajaremos en salas completamente distintas y de ahí que cada ocasión necesite un análisis de las condiciones necesarias en función de sus características: número de asistentes, tipología de acto, características acústicas del reciento, tipo de recinto o espacio en el que se sitúa el acto, equipo audiovisual que se va a utilizar… El objetivo siempre es el mismo: garantizar un sonido claro, nítido y de calidad para conseguir una buena experiencia por parte de los asistentes.
Asimismo, debemos pensar en el encuentro como algo global. No solo hay que pensar en la presentación o las ponencias del evento, el equipo de sonido también debe estar presente en la música de los momentos previos, de los descansos y de la despedida; es fundamental crear una experiencia sensorial detallada y precisa para cada momento, crear una atmósfera que se centre en el estado de ánimo que debe tener el público en cada instante.
Las pruebas de sonido no pueden faltar
¿Y cómo hacer que todo lo que contamos salga bien? Las pruebas de sonido nos ayudarán a verificar que todo va a funcionar tal y como hemos planeado.
Es fundamental que los ponentes, artistas o profesionales que van a hablar o comunicar cualquier información en el evento conozcan la tecnología a su alcance y cómo se usa, dónde se tienen que colocar, han de aprender a no interferir en la emisión (saber cómo hablar ante el micrófono, no pisar los cables, hacia dónde hablar y mirar…).
Realizar un ensayo de la presentación
Por último, recordar que cada ensayo que hagamos debe ser lo más ajustado al evento real.
De esta manera, técnicos y participantes en el evento pueden comprobar de la manera más fiel que todo está ajustado para el acto con público.
¿Preparado para brillar? Te ayudamos en Eikonos. ¡Hablamos!