En ocasiones, disponemos del mejor equipo, del mejor material pero en cambio el resultado no es todo lo satisfactorio que quisiéramos. Y es que de nada sirve una cámara con la más alta resolución si no captamos un audio a la altura de la nitidez de una imagen lejana. Para que el mejor material dé los mejores resultados debemos contar con un buen equipo y saber cómo coordinar trabajos audiovisuales, ¿Cómo hacerlo?
Cuenta con los mejores expertos
En el mundo audiovisual profesional la asesoría es vital. Podemos ser grandes cámaras, pero una buena producción también necesita grandes ingenieros de sonido, escenógrafos e iluminadores. Si no te ves capacitado para dominar y controlar estos puntos, lo mejor es contar con un equipo integral que pueda coordinarse y trabajar a la perfección cada detalle sabiendo que cada elemento cuenta.
La seguridad de que cada material de primera cuenta con un profesional de primera que le pueda sacar partido a cada función es básico para que estos materiales puedan funcionar a máximo rendimiento.
Cuenta siempre con un material de similares características
Tal como apuntábamos, de nada sirve contar con una cámara de primerísima generación si por ejemplo la imagen a captar no se visualiza correctamente por no contar con una iluminación adecuada. Todos los elementos con los que se cuente en una instalación deben ir parejos en calidades: no hace falta que todos estén dentro de los modelos más avanzados y caros del mercado pero sí que si quieres usar una funcionalidad concreta, todo aquello que le dé soporte te permita obtener los mejores resultados sin que se note un salto cualitativo en la integración de todo el conjunto.
Apóyate en elementos de coordinación y control
Un trabajo audiovisual es la suma de sonido, imagen y efectos extra que redondeen el trabajo. Aunque en una etapa posterior podemos trabajar con todos los elementos en conjunto, desde que empezamos la grabación debemos pensar que cada pieza de la obra no es un elemento aislado.
«Un trabajo audiovisual no es simplemente la suma de las partes: es la integración perfecta de cada elemento y cada técnica usada»
Tanto en la producción como en la postproducción de un trabajo audiovisual se debe tener en cuenta el conjunto, idear cuál es el resultado final que quiero mostrar y en consecuencia integrar todos los elementos para obtener ese resultado. Trabajando cada operario en un material (sonido, iluminación, grabación etc.) se necesitan herramientas que nos ayuden a coordinar todo el trabajo como displays de vídeo que permitan realizaciones multipantallas, sistemas operativos que permitan en la postproducción gestionar la composición final de todos los elementos visuales, transiciones etc.
La importancia de la técnica
A día de hoy no sólo un buen material audiovisual garantiza un resultado excelente (aunque ayuda mucho): es en el aporte de valor, en la técnica desarrollada donde podemos redondear el trabajo.
Dominar tendencias actuales como los sistemas de control más avanzados como el wrapping (con diferentes enfoques, para envolver objetos con una proyección) o el blending (generando una sola imagen continua a partir de varios proyectores de video) son los factores que marcan la diferencia y hacen destacar una producción.
Un material de primera, una plantilla de profesionales especializados en distintas materias y la técnica que da la experiencia y no perder de vista las novedades del sector son los ingredientes que al coordinarse y no simplemente mezclarse, ofrecen un resultado audiovisual de primera.