10 febrero

Big Data: una gran tendencia para eventos

Seguramente ya habréis oído hablar sobre el famoso “Big Data”. Este concepto engloba la gran cantidad de datos que generamos los usuarios desde Internet a lo largo del día, ya sea a través del móvil, del ordenador o desde una tablet. Os preguntaréis porqué darle tanta importancia a una masa de datos aparentemente irrelevante.

Pues bien, actualmente convivimos en una sociedad donde abundan los impactos informativos que recibimos por parte de las marcas, por lo que, como usuarios, nos volvemos reacios a aquellos que nos parecen irrelevantes y, por el contrario, prestamos atención sólo a aquellos que nos aportan algo interesante. Una de las claves para emitir mensajes diferenciados del resto y capaces de llamar la atención es la personalización de dicho mensaje.

Es importante conocer al máximo a nuestro público con el objetivo de presentarle una información detallada y mucho más adaptada a sus demandas como consumidor. El Big Data es de gran ayuda a la hora de personalizar el mensaje, sea cual sea el canal de comunicación.Se posiciona como una gran tendencia para eventos, que ayudaríaa a los organizadores de estos a lograr un ambiente mucho más interactivo y, sobretodo, una comunicación más segmentada y personalizada para conseguir un mayor nivel de engagement.

¿Cómo sacar provecho del Big Data?

La pregunta ahora es, ¿Cómo aprovechar esta información en los eventos? Muy sencillo, todos y cada uno de los asistentes a un evento, generan una enorme cantidad de datos que pueden ser de gran utilidad para los organizadores. Se calcula que del total de información que hay libre en la red, sólo es aprovechada un 10%, de manera que se desperdicia otro 90% que podría ayudar a mejorar la calidad del evento y conseguir incrementar la satisfacción emocional del visitante. Las redes sociales y las aplicaciones son las mayores fuentes de información, desde las cuales se puede saber datos sobre la satisfacción del asistente, su comportamiento emocional, su opinión respecto las acciones que se desarrollan en el evento, etc. Ante estos pequeños mensajes se podrían llegar a hacer pequeñas modificaciones de planificación a tiempo real a fin de complacer las demandas de los usuarios: Cambiar la temperatura de una sala, los tiempos dedicados al debate tras una conferencia, controlar las acumulaciones de gente y los lugares donde el paso está más transitado, etc.

En conclusión, podemos decir que actualmente el consumidor se ha convertido en el eje de todo proceso de comunicación y hay que aprovechar todo aquello que nos permita acercarnos un poco más a él, a sus preferencias y a sus gustos.

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